miércoles, 27 de octubre de 2010

Entre col y col

 Entre París y París, una araña de jardín.

Esta es seguramente la araña más presente en nuestros jardines. Teje su tela por las mañanas y se la cena por las noches, con todos los bichillos que hayan quedado atrapados en ella. 

 Andaba yo intentando verla por el otro lado... 3- 4cms de araña. Y en esto que cayó en su red un bichillo pequeño a 2cms de ella. Visto y no visto, no fuí capaz de saber de qué bichillo se trataba, negro y pequeño. A pesar de todas las fotos que les hago, de creer haber vencido mi aracnofobia, cuando la araña se lanzó a por el bichillo no pude evitar que se me erizara el vello. Y aún me pasa ahora al recordarlo.

 A toda pastilla se desplazó por su seda atrapó al bicho y le envolvió de tal manera que parecía una momia egipcia en miniatura. Luego se lo llevó al centro de la red, se colocó de nuevo cabeza abajo y se lo zampó. En envolverlo tardaría 15 s, tal vez menos.
 Estas arañas han adaptado su tercer par de patas, mucho más cortas, para poder envolver con rapidez a sus presas.

 El macho es mucho más pequeño. Y cuando se acerca a la hembra para fecundarla, lo hace con mucho cuidado para evitar que ella lo devore.

 Deposita los huevos en un capullo, muriendo después. Cuando salen las arañas pequeñas del capullo se cuelgan de un hilo de seda para que el viento los disperse por el jardín.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Viendo París desde las alturas

 París, es París.

De mi primer viaje a París recuerdo el palizón que nos dimos andando por la ciudad. Porque la Torre Eiffel es a París lo que el Bernabeu o los edificios de Azca al Paseo de la Castellana, pero a lo bestia. Cuando estás en la Castellana y ves el Bernabeu al fondo, dices total está ahí al lado y eres incapaz de calcular la distancia, la Torre Eiffel con sus 300 metros de altura es visible desde muchos lugares de París, y piensas total...andamos un poco y llegamos. Y llegar llegas pero muerto. Mi primer viaje a París fué en Octubre de 1981. Entonces nos había dado por las diapositivas, bueno le había dado a él, mi afición por la fotografía es muy posterior.

Como podéis comprobar casi 29 años después ( mi segundo viaje lo hice en Marzo de este año) la Torre Eiffel sigue en su sitio aunque un poco inclinada hacia la izquierda si bien es verdad que en aquella época se inclinaba a la derecha...son los tiempos que cambian una barbaridad, la Torre Eiffel símbolo del modernismo no puede ser menos y se adapta a los tiempos actuales.

La Torre se realizó para la Exposición Universal de 1889. El propio Eiffel la inauguró el 31 de Marzo de ese año. Para ello subió los 1710 escalones hasta llegar a la cima y allí colocó la bandera tricolor...  supongo que tuvo agujetas el resto de su vida...



 Desde arriba de la torre las visión de París es total, desde allí te haces el plano mental de la ciudad. En estas últimas fotos la isla de Los Cisnes con la estatua de la Libertad en uno de sus extremos.

Es una isla artificial creada en 1827 para proteger los muelles de Grenelle que se encuentran a la izquierda. Una alameda de  850 metros de largo por 11m de ancho.

La estatua fué regalada por la Comunidad americana a París, al commemorar el centenario de la Revolución francesa. Es la cuarta parte en tamaño de la de Nueva York. Fué inaugurada en 1889. En un principio miraba a París pero por expreso deseo de su constructor en 1937 se la orientó de forma que la Libetad francesa mirara a La Libertad iluminando el mundo americana. 


En las alturas todo seguía aparentemente igual, ahora estaban los hijos de los de entonces formando parte de la multitud de turistas que charlan en las escaleras. Nos perdimos para llegar y le pregunté al primero que encontré con pinta de avispado para poder entender mon francgnol. y cómo no! el avispado era argentino, muy simpático, muy agradable, muy muy hablador, tanto que casi llegamos de noche, con un monton de años viviendo a los pies del Sacré Coeur...así es que una vez arriba mareados por las tropecientas escaleras y las tropecientas sesenta y nueve palabras, yo pensé que el color rosado era consecuencia de la influencia argentina que llevaba en la mente.

Bajamos las escaleras, igual que entonces nos hicimos fotos y una vez abajo no encontrábamos la Place du Tertre, sacamos plano...le dimos vuelta... y se acercó una amable señora...les he oído hablar español...Pues sí, le explicamos el problema...y como no! ella también era argentina. Son estupendos guías los argentinos, lo conocen todo. Muy amablemente nos explicó que la plaza estaba arriba...y ésta vez cogimos el funicular.

La Place du Tertre ya no es lo que era...


 Una fuente de Wallace,  arriba en el Sacré Coeur, una de las 108 fuentes que hay por París. Fueron diseñadas por Charles Auguste Lebourg. Las minicariátides representan; la Bondad, la Sencillez, la Caridad, y la Sobriedad, aunque también pueden representar las cuatro estaciones. En 1872 se colocaron las primeras fuentes, donadas por Richard Wallace, para que la ciudad de París, muy afectada por la guerra de 1870, tuviera agua potable en sus principales calles. 


En Montmartre a los pies del Sacré Coeur, el restaurante Le Consulat seguía en pie, apenas había cambiado.

 Recordamos cómo erámos entonces y sin quererlo como quien se sabe el camino llegamos a Pigalle. Le moulin rouge más rouge que nunca...pero ahora Norma Duval no actuaba en él... 




miércoles, 13 de octubre de 2010

Cuando la cabra sube al monte...

por algo será... supongo que si las cabras suben al monte es porque les gustan las alturas. Porque no hay más comida arriba que abajo y sin embargo a ellas les gusta trepar.

Pero tal vez se deba a que desde allí tienen unas vistas fantásticas. ¡Quién sabe! ¿hablastéis con las cabras alguna vez?


Parece lógico pensar que si un monte está cerca de una llanura , en este caso rasa costera, las vistas sean fantásticas porque el radio de visión, o como se llame, es grande...aunque todo lo veamos pequeñito y en las fotos se vea más aún. Pero tan grande?

Langre a un lado, al otro Galizano, y allá en el Norte azul...

 

Estar arriba es para mi algo indescriptible, se me acelera el corazón, me siento increiblemente feliz y a veces pregunto a los que vienen conmigo si sienten algo parecido y no, parece ser que la única cabra soy yo. Les gusta sí, pero no sienten la misma emoción. Y yo lo entiendo, porque antes a mi tampoco me pasaba esto,  esto comenzó con las salidas de campo de la facultad, empezó a entrarme el gusanillo por la Naturaleza, las plantas, los bichillos y los bichotes , y empecé a llenar mi cabeza con datos y más datos, y mis estanterías con libros y más libros...

También he llenado mi ordenador personal, el que está dentro de nosotros de ilusiones, sensaciones, experiencias, conocimientos y esto me permite disfrutar más de cada cosa que veo; sé cómo y por qué los relieves son así, reconozco el nombre de algunas aves, el de algunas más plantas, algún insecto habitual, distingo un puñado de árboles, disfruto del sol y de la brisa, huelo los arroyos y ríos antes de verlos, y como dice el anuncio todo esto no tiene precio...

Sé que esto son cirros,  aunque yo haya visto en ellos a una bailarina dejandose llevar por música celestial.

Nunca tuve pasión por el Mar, siempre digo que soy de Tierra, pero también soy de Aire, me hubiera gustado volar, tiene que ser una sensación increíble, dejarse mecer por el viento.

Esto es un castaño aunque yo sigo pensando que es un árbol con pompones en la cabeza.


Llegas a la cima del monte pensando que hay al otro lado? al otro lado hay verde, valles, montañas, y a veces diminutos puntos rojos agrupados con una torrecilla gris piramidal en el centro, ¡eso es Suesa!, y aquello? y te sientes como si virtualmente estuvieras dentro del Google Earth, pero a lo grande...

Paseo y mis cinco sentidos disfrutan, veo, oigo, toco, huelo y  camino picoteando castañas, madroños, higos,  moras...soy una recolectora furtiva aunque sólo sea un picoteo...

 No tenía tanta hambre ... puede que no estuviera madura...

 Niña esquirola si me lees...sé de un sitio donde hay moras...y están maduras.



miércoles, 6 de octubre de 2010

París atípico

 Me resisto a poner la típica entrada de París. Hoy toca el París atípico.

Visitar París en 4 días es como hacer un trabajo en la cuarta parte del tiempo mínimo requerido. A mi edad, las prisas, el querer verlo todo o casi todo, desorganiza mi mente por completo. Debí de planear mejor el viaje, programarlo de forma que supusiera un paseo calmado aunque quedaran muchas cosas por ver. Pero las programaciones no van con mi forma de ser. Y el dejar de antemano lugares por visitar menos.


Hacía frío en el mes de Marzo, mucho frío al atardecer ,  pero merecía la pena. La atmósfera era rosa violácea y en lo alto  el Sacré Coeur se emborrachaba de ella.  

 
Abajo, en el mar de vino, entre árboles desnudos, flotaba la Torre Eiffel

La alegría de lo efímero y la calma de lo duradero.

Jaulas sin pájaros

Sexto mandamiento de la ley de Dios: No cometerás actos impuros (La Madeleine)

De Lourdes a Lourdes 

Aquí me acordé de ti. De tu consejo de visitar ¿ el Botánico?, ah ya! Le jardin des plantes. ¡¡¡26 Has de jardín!!!

Hacía frío, estábamos hambrientos, no encontrábamos la salida, y alguien nos dijo - Al final del paseo...precioso, pero larguisimo

Pájaros sin jaula...supuse que serían...por aquello de cuando el grajo vuela bajo hace un frío del carajo...pues eso serán, ¡grajos!

Pensé que acabaría entrándome el síndrome de Sthendal.

Yo estaba convencida de que se habían equivocado de fecha...pero no, no iban disfrazados, son góticos, visten así ¡qué cosas!

A Clemenceau le daba el viento de cara...¡pobre!

La Vía Triunfal esa que alineaba la pirámide de el Louvre con la Grande Arche empieza aquí...