Qué terribles disgustos se llevan los niños por cualquier cosa. Cómo lloran ante cualquier pequeño problemilla, cómo lo magnifican todo.
Recuerdo que de niña cuando algo me preocupaba mucho, cuando de cualquier pequeña cosilla yo hacía una tragedia y lloraba tan desconsoladamente que mis padres no veían la forma de calmarme, yo, en medio de mis hipos y mi congoja, cuando había ya barajado todas las posibilidades y era tan terrible lo que me ocurría que no tenía solución siempre recurría a una frase - Mañana amaneceré-. Y esto era el mejor de los bálsamos para mi espíritu. El sentirme viva, el tener la seguridad de que al día siguiente seguiría aquí y volvería a empezar de nuevo.
Eran amaneceres de calma chicha como dicen los de la mar. No importaba que el sol luciera en mi interior o que estuviera encapotado con nubes grises. Con sol o sin sol al día siguiente la tranquilidad regresaba.
Ahora, en el otoño de mi vida, el mañana amaneceré no es seguro, cada vez menos. Contemplo desde mi ventana el amanecer mientras pienso; no importa que el horizonte sea de fuego, no importa que el viento Sur agite mis pensamientos, no importa que no se cumplan todos mis deseos, no importa que mis puertas abiertas se golpeen, no importa que la flor de nuestro amor haya perdido un pétalo, no importa que se hagan añicos algunas ilusiones, -Amanece que no es poco-.
6 comentarios:
Hola Lourdes, hace tiempo que no escribo en mi blog, ni visitaba tu blog, así que aprovecho para saludarte y decirte que me encanta la foto, yo soy más de atardeceres que de amaneceres, pero en realidad "son la misma cosa".
Entiendo tu pequeña preocupación por el mañana ahora que estás, como dices tú en el "otoño de tu vida", pero como concluyes "amanece que no es poco".
Yo aún soy joven, pero ya miro atrás y veo mucho amino andado, y también miro adelante y veo mucho por andar todavía... digamos que yo estoy "a mitad de verano" :)
Un saludo.
Amaneciendo llego...
Quizás coleccionar amaneceres, junto con el de perseguir mariposas, cigüeñas...sean señas de identidad.
Que difusa la linea desde una estación a otra, y que ninguna es garantía segura de otro amanecer, pero siempre disfrutados...
Un beso.
Antonio, disfruta de tus atardeceres, son maravillosos y es gratis, esa es una de las grandes cosas que puedes disfrutar cada día. Hay muchas otras cosas que la rutina diaria no te puede quitar...
Mercedes seguro que es una seña de identidad, tú y yo disfrutamos de las mismas cosas, nos fijamos en lo que otros tienen al lado y no ven...es una pena. Yo realmente creo que mi vida es más intensa que la de los que me rodean y como decía Joan Baez Gracias a la vida que me ha dado tanto...
Besucos
Efectivamente, ¡amanece que no es poco! cuanta razón tienes, yo no estoy en el otoño de mi vida pero puede que mañana sea el final de ella.. no lo se, así que ver otro amanecer y disfrutarlo es único. Besos
gracias Su., por estar aquí y entenderme siempre
Amanece que no es poco para todos Lur, la edad no importa, nada es seguro.
Petons
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